Hoy hablando con mi prima, me ha contado que su hija un día cenando una tortilla francesa, se empezó a poner roja y salirle sarpullido en la cara. Acudió al pediatra y le comento lo sucedido, aconsejándole hacerle las pruebas de la alergia al huevo.
Con un año y medio le han dicho que su hija tiene alergia al huevo, y está empezando a descubrir una vida sin comer huevo. Por mi parte a mí todavía me queda un tiempo para hacerle las pruebas a mi hija, siguiendo los consejos del pediatra y sin darle huevo cuando empecemos a darle comida.
1 comentarios:
lo malo es descubrirlo, como yo, a los 20 años... yo sí que sé cómo sabe la tortilla de patata, los huevos fritos, huevos rellenos, bizcochos y demás...
pero bueno, también te acostumbras ¡qué remedio! Después de 10 años coges la rutina...
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